La obra de Shakespeare ofrece un mundo mágico y poético a través de historias de amor entrelazadas que combinan entre el mundo real y el de los sueños, el de los personajes mortales y los seres inmortales que habitan la noche y la fantasía. Las travesuras del duende Robín enredan las situaciones y divierten a la audiencia.
Esta versión, destinada a niños de seis a doce años o público familiar, está escrita en clave de comedia musical, cantada y bailada por los propios actores, con música mediterránea compuesta por Salvador Martínez para la ocasión.