Comedia de capa y espada, comedia de enredo, de burlas y veras y de veras burladas. Casa con dos puertas es ese "otro" Calderón que se opone a sí mismo, que se opone y se ríe de lo "calderoniano", que busca la complicidad del público para divertirle y, a la larga, para moralizarle más con las inmoralidades del "honor" moralizante y asocial.
El título nos pone en la pista de otra de las etiquetas de clasificación que mejor le encajan: estamos ante un "vodevil" clásico; y es que el vodevil le definen mejor sus puertas que sus camas.
Divertido Calderón, irónico y lúdico, con una estructura teatral logradísima.