Todos quieren casar a Leonarda, una viuda hermosa y rica, y muchos pretendientes se acercan hasta su puerta. Ella permanece impasible y fiel a la memoria de su marido, pero en realidad lo que pretende es tomar las riendas de su propia vida y ser independiente. El deseo, sin embargo, la espera detrás de la mirada de Camilo y la dama resuelve satisfacerlo, sin torcer su propósito y guardando las apariencias para no casarse por obligación. Los encuentros entre los amantes se suceden en casa de ella en una habitación en penumbra, donde se seducen mutuamente sin verse porque ella pide a Camilo que acuda siempre de noche y con los ojos vendados. Las citas continúan y se multiplican, y el erotismo y la pasión crecen entre ellos como un incendio, pero también el amor. La dama, después de una serie de divertidas situaciones resuelve, enamorada, casarse de nuevo, pero esta vez con un marido de cuyo amor está segura. El humor y la frescura de Lope de Vega brillan en uno de los textos más bellos y seductores de nuestro teatro clásico.