"Profundizar en la inmensa obra de Don Miguel de Cervantes Saavedra es profundizar en Don Quijote de La Mancha. No es bastante leerla, comprenderla... hay que interpretarla, adaptarla y escenificarla de tal manera que el texto fluya y regrese a este siglo con plena actualidad.
Tras estos textos de lujo no hay sólo una labor de erudición (les aseguro que la hay), hay amor, humor y una búsqueda de lo esencial: la búsqueda de lo que es. O lo que pudo ser. O lo que, a lo mejor, terminan descubriendo que será.
El Brujo siempre será él. Actor capaz de enamorar al público, hipnotizarle, emocionarle y divertirle. Piensen y sorpréndanse, como hago yo en este momento, que este señor de la escena -a la sazón Rafael Álvarez- dice simple y llanamente que él es Cervantes, Don Quijote o Sancho, por parentesco y porque así lo ha escrito la historia. Algo sí puedo asegurarles: todo es absolutamente cierto. Bienvenidos al mundo donde la línea entre lo real y lo irreal no existe. Bienvenidos al Teatro".