¿Qué es el poder? ¿Dónde está? ¿Para qué sirve? ¿Es necesario? Hablamos del poder con extrema rapidez. Ante cualquier injusticia volvemos la cara hacia aquellos que lo tienen y ponemos en tela de juicio el uso que hacen de él. Pero realmente ¿sabemos qué conlleva asumirlo? Nos hacemos las mismas preguntas que, seguramente, se hizo el autor a principios del siglo XVIII, cuando el pueblo francés comenzaba a cuestionarse la monarquía absolutista con la vista puesta en que la burguesía se alzase con la conquista del poder. Y nos hacemos las mismas preguntas porque hoy día estamos obligados a hacérnoslas. Porque también estamos cuestionando el uso que se está haciendo ahora mismo del poder. Pero no pretendemos quedarnos ahí.
Queremos poner el acento y el foco en la responsabilidad individual que cada uno de nosotros debe asumir a la hora de ejercer un poder. Porque sí: todos en algún momento hemos gozado de una posición de superioridad frente a aquellos que tenemos más cerca. Aunque a priori relacionemos el poder con la política o la economía, eso no es más que la gran escala de algo que vivimos día a día.
En definitiva, este montaje no es un grito a favor ni en contra de nada. Es una toma de conciencia que empieza en nosotros, los miembros del equipo artístico, y que esperamos termine en cada espectador.