La tempestad es, en cierto modo, nuestra playa. Contiene muchos de los elementos que han ido conformando durante estos años el lenguaje propio de la compañía (la magia, la música, el amor, la comedia, lo onírico…), pero sobre todo posee algo para nosotros esencial, contiene un reto: descubrir si convivirán bien en esta isla nuestro espíritu libre con el respeto que tenemos por el texto.
La tempestad es el último texto escrito por Shakespeare, la suma de su arte y de toda su experiencia teatral. Una tensa obra experimental sobre la exploración del perdón, la familia, el final del trabajo, el final de la energía. Me embarco con toda mi tripulación en un mar bravo de olas extremas. Vamos directamente al epicentro de la tempestad con el viento huracanado en la cara y riendo a mandíbula batiente. Nos vemos en la playa.