En Teatro Galo Real tenemos el placer de presentarles nuestra última producción, La gran Zenobia, de Pedro Calderón de la Barca. En ella se narra, aunque con mucho de leyenda, el devenir de personajes históricos: la reina Zenobia de Palmira y el emperador romano Aureliano.
Hace unos cuantos siglos ellos dominaban el mundo y sus impulsos, deseos, pasiones, órdenes y desórdenes controlaban las vidas de todos los demás. ¿Pero quienes o qué controlaban las suyas?
Ahora sus nombres significan menos que el último fichaje de un equipo de futbol o la nueva novia de un famoso, sin embargo sus vidas fueron extraordinarias y maravillosas. Gracias a Calderón descubriremos cuán adelantada a su época se hallaba esta reina Siria y cuán poco han cambiado las cosas entre hombres y mujeres.
Todo lo presentamos con la mayor cercanía y simplicidad, para que el peso de las estatuas y el polvo de las épocas no nos impida ver que no son sino un grupo de personas que pelean más contra sus propios miedos que ante sus rivales.
Y con respecto al verso, no hay mucha complicación ya que no hay mejor manera de decir lo mismo con menos palabras. Todo el elenco ha hecho muchos cursos, hemos leído muchos libros, tenemos mucha formación y (hasta que nos arrebataron recientemente su validez de licenciatura universitaria) también teníamos muchos títulos, como para saber qué hacer con una tirada de octosílabos. Aunque, si les soy sincero, no hay nada que nos respalde más que saber que, como actores, somos los orgullosos herederos de unos de los tesoros dramáticos más grandes de todos los tiempos y nuestra misión debe ser transmitírselo a ustedes, haga frio, viento, calor o lluvia, siempre con más inteligencia e ingenio que medios materiales.
Festivales como este de Olmedo nos ayudan a que ese camino sea muchísimo más fácil. El tesón y valor que demuestran los organizadores nos impulsa en nuestro empeño.
Gustavo Galindo
Director